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Sara Bernard

María Escoté, mujer transgesora, estudiante de diseño de vestuario, intenta cambiar ese mundo de hombres por otro de mujeres, su vehiculo la moda

“Para hacer grandes cosas, es preciso ser tan superior a sus semejantes como lo es el hombre a la mujer, el padre a los hijos, el señor a los esclavos”
Aristóteles


Esta colección está dedicada a la historia de la rebelión de las mujeres que empezó a finales de siglo XIX con las primeras sufragistas en el siglo XIX que exigían su derecho al voto, hasta las del día de hoy.

Este es mi primer acercamiento y me ha servido no solo para conocer la historia de estas mujeres luchadoras sino también como crecimiento personal. Ellas me han apasionado y admirado de tal manera que han despertado en mi un sentimiento de admiración maternal, dando pie a contar mi historia
La complicidad ha sido tener como madre a una de estas mujeres, que ante todo, me ha enseñado a luchar y a valorarme por mi misma como mujer, con todos los derechos y prejuicios que ello conlleva y que con ella voy aprendiendodo a superar. Un modelo de mujer que ha sido educada en el seno una estricta y machista sociedad y a pesar de ello ha sabido deshacerse de las antiguas tradiciones familiares, adaptarse y crear su propio estilo de vida libre e independiente como mujer. Este crecimiento no ha sido un camino de rosas ha sido extremadamente duro. Hoy en pleno siglo XXI todavía existe la sociedad-familiar-machista que hace todavía difícil de entender el estilo de vida de estas mujeres que con su independencia y a pesar de todos los pesares consiguen su propia y libertad y asumen el papel de mujer y de hombre a la vez sin verguenza con fuerza, capaces de afrontar todos los problemas que surgen en sus vidas y vencerlos.
Pues bien, la historia de la liberación femenina la he querido exponer, representar y transmitir en esta colección, que a la vez me ha servido para encontrar mi refugio personal en el arte del vestir.
Esta breve colección es mi recorrido con cada una de estas mujeres progresistas, que gracias a ellas, han hecho posible que yo pueda vivir en estas épocas un poco mejor de lo que ellas hicieron. En estos momentos cruciales que vivimos, en que los valores patriarcales masculinos se cuestionan y donde lo femenino toma cada vez más relevancia. En esta historia he basado todo mi trabajo
Es a partir del siglo XIX, con el surgimiento del sufragismo, cuando la lucha de las mujeres adquiere las características de un movimiento social con perspectiva política.

Hoy podemos estar orgullosas de ser las herederas de todas aquellas mujeres que, en otras épocas, rechazaron valientemente los papeles sociales que les habían sido asignados en función de su sexo, en especial de las que,
afortunadas, lograron entrar en el, hasta entonces, masculino mundo de la educación.La cultura ha contribuido a que la mujer sepa cuales son sus derechos y luche por los prejuicios, que resultan profundamente negativos. De esta manera se ha hecho posible que la reindivicación de las mujeres tuviera el apoyo de todas aquellas profesionales y universitarias que
pudieron aplicar los métodos científicos para analizar porqué la sociedad cree que la mujer es un ser inferior.
Hoy podemos decir que la mujer tiene muchas batallas ganadas, aunque no sin olvidar, que aún hay otras pendientes de librar una de ellas, no quedar en situación de desigualdad con respeto a las mujeres de otros países.

En general la mujer del siglo XXI sabe que lo que consigue en términos de libertad y de presencia en la sociedad también constituye una ganancia para los hombres, que así puede liberarse de los esquemas rígidos en los cuales estaban encerrados. El feminismo se entiende ahora como una lucha por la emancipación de todos, que exige cambiar tanto el papel del hombre como el de la mujer para conseguir una sociedad donde ningún sexo oprima al otro y ambos sean libres. Las
La mujer de hoy al estar mas capacitadas que en gcualquier generación anterior es una mujer triunfadora, vive aquí y ahora, sin ignorar su historia pasada ni olvidar su preparación para el futuro. Las diferencias objetivas entre ambos sexos sobretodo en la generación joven siguen existiendo, pero se han reducido y en algunos aspectos, como la educación, las chicas vamos ganando terreno. En definitiva, conocemos nuestro pasado como mujeres, somos conscientes del presente viviéndolo plenamente y miramos confiadas hacia el futuro.

Desarrollo de la colección

Primeras prendas austeras, rígidas y opresivas con tejidos gruesos y pesados cómo las vivencias de las primeras sufragistas, prendas con cuerpo que encierran a la mujer y la limitan de su total movilidad.
Bajo esta rigidez, se encuentran cuerpos y forros de gasa, tejidos sutiles muy femeninos, que poco a poco se disponen a enseñar y adoptar su propio movimiento.
Seguido de prendas masculinas con tejidos muy gruesos, paños y lanas que nos recuerdan aquellos años en que tantas mujeres, adoptaban sus prendas para poder conseguir sus propósitos, mujeres intelectuales, deportistas o simplemente rebeldes que supieron enfrentarse al machismo-esclavismo.

La mujer, se va desnudando y liberando de estas prendas que han ocultado durante tantos años sus formas y no les ha permitido exhibir la belleza natural del cuerpo femenino.

Tímidamente, empiezan aparecer vestidos armoniosos, gráciles y sutiles confeccionados con tejidos de finas gasas que contrastan y compiten con las gruesas y brutas telas masculinas.
Vestidos muy elaborados, con cintas y lorzas, pero con una línea simple que se adaptan al movimiento con una gran sutilez.

De las primeras prendas rescatamos las americanas, quitándoles el peso y la rigidez de estas, las suavizamos y las adaptamos como prenda femenina pero dándoles en cada momento la utilidad que nos convenga, americanas-vestido, complemento…

Recordando la importancia de la camisa, aparecen llenas de lorzas y pliegues pero esta vez con nuevos tejidos sin ningún apresto ni rigidez que se adaptan al ritmo y combinadas con la comodidad que nos aporta el punto. Cardigan y chalecos de punto grueso.
Jerséis que envuelven la feminidad, pero ahora si, adaptándose al cuerpo de la mujer y dejándose llevar por su firme paso, solamente cumpliendo la función que ella quiera darle, en honor aquellos hombres que ofrecen su calor respetan y apoyan la decisión de la mujer.

Cada vez mas, las prendas masculinas se destructuran y la mujer decide donde quiere llevarlas, por primera vez, la mujer adopta un elemento masculino y lo utiliza como adorno o decide como, cuando y donde ponerlo, americanas anudadas en la cintura, pantalones de vestir convertidos en exquisitos shorts.

Finalmente aparecen esos maravillosos vestidos, con un aire de absoluta libertad, pero sin perder la feminidad, ese gran don que toda mujer tiene y debe potenciar.
Vestidos vaporosos, combinando las gasas con tirantes de piel, plisados, lorzas y unos generosos escotes que nos permiten ver que poco a poco la mujer ha sabido situarse en el mismo lugar que el hombre y en muchos casos superarlo, vestidos sobrepuestos en cardigan cada vez mas finos demostrando que aquel hombre del principio ha perdido su poder.”
María Escoté
http://www.el-mundo.es/larevista/num193/textos/65.html

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